Aunque en los últimos años las mujeres han avanzado enormemente en distintos campos científicos, las cifras aún no cuentan una historia de equidad. En todo el mundo, las mujeres suelen recibir menos ayuda financiera para investigar que sus colegas masculinos, tienen carreras más cortas y peor pagadas, sus trabajos están subrepresentados en las revistas científicas de alto nivel, y a menudo acceden menos a líneas de carrera y ascensos. Aún ahora, las mujeres representan aproximadamente un tercio de todos los investigadores en el mundo y solo alcanzan un 12 % de los miembros de las academias nacionales de ciencias.
Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, desde Forests News iniciamos una serie de entrevistas con mujeres científicas del Centro para la Investigación Forestal Internacional y el Centro Internacional de Investigación Agroforestal (CIFOR-ICRAF) para conocer qué las motiva, qué barreras han superado, qué significa para ellas ser mujeres en la ciencia y por qué es importante que las mujeres ocupen puestos equitativos y tengan una representación adecuada en el sector.
En esta primera entrega, conversamos con la doctora Mary Njenga, científica de CIFOR-ICRAF en la oficina de Nairobi, Kenia, y profesora visitante en el Instituto Wangari Maathai de Estudios para la Paz y el Medio Ambiente de la Universidad de Nairobi.
La doctora Njenga obtuvo su posdoctorado en bioenergía con el ICRAF, tiene un doctorado en gestión de agroecosistemas y medioambiente, un máster en biología de la conservación y una licenciatura en gestión de los recursos naturales centrada en el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 7: Energía limpia y asequible, al tiempo que integra el ODS 5: Igualdad de género y empoderamiento de la mujer. La investigación de la Dra. Njenga se centra en sistemas sostenibles y eficientes de producción y uso de energía de biomasa y sus interconexiones con el medioambiente, incluido el cambio climático, los medios de vida, la bioeconomía circular y los vínculos entre las zonas rurales y urbanas.
También trabaja en el desarrollo y la transferencia de tecnología adaptativa, incluyendo la integración del enfoque de género y el coaprendizaje a través de enfoques transdisciplinarios. Es una apasionada de la comunicación de los resultados y la enseñanza en la investigación y ha publicado más de 190 trabajos, además de haber contribuido a recaudar más de 7 millones de dólares para la fondos de investigación. Su objetivo es contribuir a la mejora de la seguridad energética y alimentaria, la salud, la eliminación de la pobreza, el fomento de la igualdad de género, la mejora de los servicios ecosistémicos sostenibles, el desarrollo rural y urbano y la mitigación del cambio climático.
- ¿Por qué se hizo científica y qué le motiva en su trabajo?
Mi motivación como mujer científica es crear el cambio que quiero ver. Al crecer en la Kenia rural, experimenté de primera mano las dificultades para satisfacer las necesidades humanas básicas. Vi cómo a mi madre y a mis hermanas mayores se les negaban las oportunidades de ser quienes querían ser. Tomé la decisión de ser un instrumento de cambio para mejorar los medios de vida y el medioambiente del que dependemos, aunque fuera con mejoras graduales, un ladrillo cada vez.
Cuando se lo comenté a mi padre, me dijo: “Mary, si quieres tomar decisiones para mejorar tu vida y la de otras niñas y mujeres, tienes que estar capacitada académica y económicamente”. Nuestro viaje juntos empezó a una edad temprana, en la escuela primaria, y fue transformador. Apoyó mi trayectoria profesional, empezando por mi educación. Fue mi mentor y, lo que es más importante, cambió las percepciones y las normas de nuestro hogar y de la familia sobre las responsabilidades de las niñas, y me protegió de las normas socioculturales que consideraban mis ambiciones como una expectativa impropia para una niña. Felizmente, mi madre y mi hermana mayor me siguieron el juego y se sobrepusieron a la presión social de sus compañeros para permitirme crecer como yo quería.
- ¿Puede darnos un ejemplo de un obstáculo que haya superado para convertirse en científica? ¿Y de una oportunidad que le permitió impulsar su carrera?
Las barreras y los obstáculos que enfrenté se remontan a mi infancia. Disponer de tiempo suficiente para hacer los deberes y repasar las asignaturas era un reto debido a la competencia con las tareas domésticas, como preparar la comida después del colegio. Negocié para que me dejaran ir a buscar unos bidones de agua al río, lo que me llevaba menos tiempo que cocinar. Aun así, tenía que quedarme hasta tarde estudiando bajo una lámpara de lata.
Cuando terminé la escuela primaria, sabía que necesitaba mucho más tiempo para estudiar, especialmente las ciencias que me interesaban, y le pedí a mi padre que me llevara a un internado.
Así llegué a Kambaa Girls High School que estaba muy cerca de casa, donde fui una de las cuatro alumnas (de un total de 75) que fueron a la universidad, donde empezó de verdad mi carrera de científica.
Durante muchos años, he tenido a mujeres como referentes y mentoras, entre ellas algunas poderosas e influyentes como Vickie Wilde de la Fundación Bill y Melinda Gates, la fundadora de AWARD Nancy Karanja, Ramni Jamnadass de CIFOR-ICRAF, Yvonne Pinto de ALINe, Ruth Mendum de la Universidad Estatal de Pensilvania, y Wenda Bauchspies de la Fundación Nacional de la Ciencia de los Estados Unidos. La lista es interminable. Contar con una supervisora como Catherine Muthuri también fue fundamental. Compartir constantemente con Esther Njuguna-Mungai del ILRI, Wanjira Mathai del WRI, y Margaret Waruiru de Safaricom, es una bendición. Son mujeres con las que abro mi corazón, aprendo y disfruto de la amistad.
Hay tantos modelos femeninos para las niñas en África, y este tipo de redes son esenciales: si las niñas no pueden encontrarlas por sí mismas, por favor, ¿puede alguien crear los puentes?
"Cualquiera que haya trabajado mucho tiempo en este campo [tenencia] sabe lo limitado que puede ser un título con respecto a los derechos sobre la tierra"
- ¿Qué significa para ti ser una mujer en la ciencia?
Ser una mujer en la ciencia es lo más hermoso y satisfactorio en mi vida. Hago el tipo de trabajo que me gusta: participar en un programa transformador que impacta positivamente cambios en los campos de la energía, la emancipación, la ecología y la economía local. Cuando tengo que trabajar más de lo necesario “solo porque soy mujer'” (una frase de una canción de Dolly Parton), lo hago con pasión, aunque a veces me siento decepcionada “solo porque soy humana”. En esos momentos es cuando realmente cuenta tener a alguien de confianza con quien hablar.
- ¿Por qué es importante que las mujeres tengan puestos de liderazgo en el campo de la ciencia?
Porque cada una de nosotras representa un conjunto de identidades y perspectivas. Yo soy mujer, pero también soy keniana, soy científica naturalista, soy miembro de la comunidad de mi pueblo natal y soy participante en el diálogo internacional sobre la ciencia y el avance del florecimiento humano. Cuando inicio un proyecto traigo conmigo todas mis identidades e influencias, y busco una diversidad de miembros del equipo que hagan lo mismo. Nadie tiene todas las respuestas por sí solo.
Te doy un ejemplo: el trabajo doméstico, repetitivo y no remunerado, como transportar pesadas cargas de leña desde los bosques para acceder a la energía necesaria para cocinar –y el respectivo trajín que conlleva para las mujeres y las niñas– puede parecer una tarea ordinaria, pero te aseguro que no lo es. Cuando las mujeres y las niñas me cuentan lo que les gusta y lo que no les gusta del trabajo de recoger leña de los bosques, como científica que soy, el hecho de haber vivido yo misma este problema significa que sé que hay mejores formas de acercar la leña a casa y utilizarla de maneras más eficientes que combinen con la cultura culinaria. Escribí sobre esto en una publicación de 2021 con un equipo de investigación que dirigí.
Lo importante es destacar que no importa quién seas: la misión es ser un instrumento de cambio para transformar el bienestar de las mujeres y las niñas. Necesitamos convertir esto en uno de los propósitos en la vida.
En este cortometraje Purpose, podrían conocer mi trayectoria profesional y espero que sirva de inspiración para que otras mujeres y niñas sigan su propia estrella.
Estoy convencida de que mi generación de mujeres científicas es pionera. Creo que hemos demostrado que podemos hacer este trabajo muy bien, y que nuestra compleja comprensión de la realidad y del papel de la ciencia es lo que el mundo necesita para resolver problemas multidimensionales como el cambio climático y la desigualdad global.
Para más información sobre el trabajo de Mary Njenga, póngase en contacto con ella en m.njenga@cifor-icraf.org (solo inglés).
Para más información sobre el trabajo de CIFOR-ICRAF en materia de igualdad de género e inclusión social (GESI), póngase en contacto con Elisabeth Leigh Perkins Garner (e.garner@cifor-icraf.org) o Anne Larson (a.larson@cifor-icraf.org).
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