Brazil - Mientras muchos gobiernos anuncian importantes compromisos de restauración de sus ecosistemas degradados para alcanzar las metas del desarrollo y frente al cambio climático, con frecuencia oímos decir que el mundo está entrando en una “era de la restauración”. Sin embargo, para que la restauración ecológica a gran escala pase de ser una promesa a una realidad, aún quedan desafíos pendientes.
La VII Conferencia Mundial de Restauración Ecológica (SER 2017), celebrada en Foz de Iguazú, Brasil, reunió a más de 1.000 personas, entre científicos, representantes de ONG y profesionales, provenientes de más de 65 países de todos los continentes, quienes no solo discutieron cómo enfrentar esos retos, sino también las oportunidades y posibles soluciones para abordar eficientemente las metas de restauración con una base en la ciencia y la evidencia.
Los Bosques en las Noticias recogió cinco mensajes claves que compartieron algunos de los expertos en restauración que se reunieron en aquella ciudad ubicada en la conjunción de tres fronteras, la cual también alberga una de las maravillas naturales de América del Sur: las cataratas de Iguazú.
Son necesarias una priorización responsable y una negociación compartida entre los diferentes actores, así como la identificación de los cuellos de botella que obstaculizan la permanencia de los bosques restaurados”
1) Flexibilidad e integración
Manuel Guariguata, científico de CIFOR y líder del equipo de Manejo Forestal y Restauración, presentó hallazgos recientes y fue uno de los expertos que participaron en el Foro sobre Biodiversidad y Restauración Forestal Mundial, evento coorganizado por la Comisión de Gestión de Ecosistemas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN CEM, por sus siglas en inglés) y la Sociedad para la Restauración Ecológica.
El objetivo del foro fue promover la reflexión sobre el rol de la biodiversidad en la práctica de la restauración ecológica, desde perspectivas como la priorización y planificación, la gobernanza y la política, y los estándares de buenas prácticas.
Guariguata destacó la necesidad de conciliar los sectores productivos y de conservación e involucrar a actores de todos los niveles. “Para alcanzar metas para la biodiversidad en las iniciativas mundiales de restauración, se debe reconocer que son necesarias una priorización responsable y una negociación compartida entre los diferentes actores, así como la identificación de cuellos de botella que obstaculizan la permanencia de los bosques restaurados”, dijo.
2) Un llamado a la eficiencia
Cara Nelson de la UICN CEM mostró en una de sus presentaciones una caricatura que compara el costo de hacerse un tatuaje (USD 50) frente al costo de eliminarlo después (USD 2500) para destacar la necesidad de garantizar eficiencia en las acciones de restauración ecológica. Y si usted se está preguntando qué tiene que ver dicha imagen con uno de los movimientos ambientales más importantes de nuestro tiempo, Nelson explicó: “La restauración de paisajes es una oportunidad sin precedentes, y con suerte dentro de cien años podremos decir que hicimos inversiones inteligentes cuando implementamos actividades de restauración, y que tomamos decisiones inteligentes sobre lo que hicimos en el paisaje. La restauración es un campo experimental y por eso queremos hacer lo mejor posible desde la planificación para asegurar que nuestras actividades tendrán los máximos beneficios, pero también queremos realizar un monitoreo rápido de las intervenciones de restauración para poder cambiar nuestros métodos y prácticas y lograr un mayor éxito, porque el peor resultado posible sería, dentro de cien años mirar hacia atrás y desear haber invertido los fondos para la restauración de manera diferente”.
3) Comprometer tierras, no solo fondos
Bethanie Walder, directora ejecutiva de la Sociedad para la Restauración Ecológica, destacó los que para ella fue uno de los momentos más interesantes de la conferencia. “Uno de los mensajes más poderosos para mí fue el momento en que Miguel Calmon, director forestal de WRI Brasil, enseñó durante su presentación un mapa que mostraba los compromisos internacionales, como el Desafío de Bonn y la Declaración de Nueva York, y el mapa estaba sorprendentemente vacío en el caso de los países desarrollados. Y entonces, alguien del público levantó la mano y preguntó: ‘¿Por qué no hay compromisos de los países desarrollados? Sabemos que hay un flujo de dinero que va de los países ricos a los pobres para lograr estos objetivos climáticos, pero ¿dónde están sus compromisos con tierras?’. Y es verdad, no podemos dejar esa responsabilidad solo en el resto del mundo, no es lo correcto. Necesitamos que los países desarrollados no solo se comprometan con dinero, sino también con tierras, que reforesten y cumplan con estos objetivos”.
4) Detener la degradación, cumplir con las promesas de restauración
George Gann, embajador de la Sociedad para la Restauración Ecológica, tuvo a su cargo la lectura de la Declaración y Llamado a la Acción de la Conferencia. Uno de los mensajes que destacó, proveniente de una toda una semana de discusiones, reuniones y debates científicos y de política, fue la importancia de entender que la restauración ecológica no bastará para revertir una crisis ambiental mundial si la destrucción de los ecosistemas no se detiene.
“Si se realiza de una manera eficiente y sostenible, centrándose en resultados reales y medibles, la restauración ecológica ayudará en gran medida a proteger la biodiversidad, mejorar la salud y el bienestar humanos, aumentar la seguridad alimentaria e hídrica, suministrar bienes, servicios y prosperidad económica, y hacer contribuciones esenciales a la mitigación y adaptación al cambio climático. Sin embargo, la restauración ecológica no puede reemplazar la conservación de la naturaleza y no debería utilizarse jamás para justificar la destrucción o degradación de los ecosistemas, incluyendo los incentivos perversos para la restauración de servicios ecosistémicos. Se debe detenerse el nivel actual de degradación de los paisajes y proteger todas las zonas naturales, sin caminos y no desarrolladas que aún existen”.
5) Fundamentar la restauración en ciencia y datos
Los especialistas también señalaron la importancia de basar la planificación y las acciones de restauración en la ciencia. Catalina Santamaría, oficial del programa forestal de la Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica, dijo: “Es necesario realizar mejores evaluaciones para planificar y priorizar las diferentes acciones que se necesitan en los paisajes e incorporar objetivos y consideraciones sobre la biodiversidad. En el CDB creemos que basarse en la ciencia y los datos ayudará a orientar las agendas y a informar a los actores y partes interesadas”.
El llamado a una restauración basada en la ciencia también fue especificado en el Llamado a la Acción de la conferencia: “Garantizar que todos los proyectos y programas de restauración se basen en la mejor evidencia científica disponible, que equilibren efectivamente los beneficios para la biodiversidad y la sociedad humana, y que se mantenga una comunicación libre y abierta entre los científicos, el público, los gobiernos y los medios de comunicación”.
Durante los seis días de plenarias, simposios y presentaciones, los delegados destacaron repetidamente que solo garantizando la integridad de la ciencia e incorporando a todas las partes interesadas en los procesos, la restauración tendrá éxito en conservar la biodiversidad, enfrentar el cambio climático y mejorar el bienestar humano en todo el mundo, y que el momento de hacerlo, estando todos de acuerdo, es ahora.
Para más información sobre este tema, puede ponerse en contacto con Manuel Guariguata en m.guariguata@cgiar.org
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