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Leroy Ignacio, héroe guyanés de la conservación, gana el ‘Oscar verde’

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Dentro de la biodiversidad silvestre nativa del sur de Rupununi en Guyana, que incluye osos hormigueros gigantes (Myrmecophaga tridactyla), guacamayos rojos (Ara macao) y tortugas de río de manchas amarillas (Podocnemis unifilis), un ave diminuta, el lúgano rojo (Spinus cucullata) se muestra como un discreto impulsor de la conservación.  

Pero cuando Leroy Ignacio, experto en fauna local e indígena makushi, acompañó a los científicos en un viaje de investigación en 2000 para confirmar la presencia de esta especie de ave canora en el bioma, se desencadenó una reacción en cadena que ha tenido resultados de gran alcance para las comunidades y los ecosistemas de la región. El 1 de mayo de 2024, Ignacio recibió un “Oscar verde” por su labor de conservación: el prestigioso premio internacional Whitley. 

“Cuando se produjo el ‘descubrimiento’, fue una gran noticia”, dijo Ignacio. “Una gran noticia para el mundo, una gran noticia para nosotros, las comunidades locales”. A Ignacio no le sorprendió ver el ave: las comunidades locales ya conocían su presencia. Pero hasta ahora la especie solo se había registrado científicamente en zonas fragmentadas de Venezuela, donde está en peligro de extinción por la destrucción de su hábitat y su captura: su plumaje carmesí y su característico canto la hacen popular en el comercio ilegal de aves de jaula.  

Cuando los científicos conocieron que también había poblaciones del ave en Guyana, empezaron a llegar fondos a la región para ayudar a garantizar su supervivencia, que se be en peligro a causa de amenazas similares a las de sus congéneres venezolanas. En colaboración con cinco comunidades locales, Ignacio y un grupo de amigos apasionados por la conservación crearon la primera ONG indígena del país, la South Rupununi Conservation Society (SRCS).  

Lúgano rojo (Spinus cucullata). Laura Wolf/Flickr. https://www.flickr.com/photos/laurawolfartist/ 

Desde el principio, SRCS ha adoptado un “enfoque dirigido por la comunidad: actividades dirigidas por la comunidad y decisiones tomadas por la comunidad sobre lo que quieren”, afirma Ignacio. “Así la gente está orgullosa de lo que hace: realmente les hace sentir que están haciendo algo por el planeta desde sus pequeños patios traseros”. 

Y lo que han hecho es considerable. Han creado una zona de conservación gestionada por la comunidad, han educado a la población local sobre la importancia de la especie y han formado a guardabosques para vigilar y gestionar los lúganos rojos. La captura ilegal se ha eliminado casi por completo y la población se ha estabilizado. 

En los últimos años, nuevas asociaciones y recursos han permitido a la sociedad emplear y mantener al personal, y ampliar su enfoque más allá del lúgano para incluir otras especies es estado crítico. En 2018, la SRCS se asoció con el Programa de Manejo Sostenible de la Vida Silvestre (SWM, por sus siglas en inglés), dirigido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) e implementado en Guyana por el Centro para la Investigación Forestal Internacional y Centro Internacional de Investigación Agroforestal (CIFOR-ICRAF). El programa pretende mejorar la conservación de la fauna salvaje y la seguridad alimentaria, al tiempo que mejora los medios de vida de las poblaciones indígenas y las comunidades rurales.  

“Nos asociamos con la SRCS para poner en marcha programas de educación medioambiental, monitoreo de tortugas y conservación de osos hormigueros, así como educación sobre conocimientos tradicionales”, explica Nathalie van Vliet, coordinadora del programa SWM en Guyana. “SRCS ha tenido tanto éxito que ahora son capaces de sostener muchos de estos programas por sí mismos, e iniciar otros nuevos, por ejemplo, un proyecto de investigación sobre armadillos”. 

En la actualidad, el Programa SWM sigue financiando modelos de conservación de tortugas y educación ambiental, y la SRCS emplea a tres personas a tiempo completo y dos a tiempo parcial, 48 guardabosques y 42 profesores de educación ambiental. 

Ahora, con financiación adicional del Premio Whitley, el SRCS planea reforzar el seguimiento, la gestión y la sostenibilidad de la zona de conservación. La destrucción del hábitat sigue siendo motivo de preocupación: los lúganos viven en pastizales amenazados por los incendios forestales, cada vez más frecuentes a medida que el cambio climático prolonga e intensifica la estación seca.   

Los agricultores locales suelen utilizar el fuego para desbrozar y revitalizar las tierras para la agricultura, pero esas llamas pueden descontrolarse rápidamente si se encienden de forma inadecuada, haciendo que desaparezcan zonas cruciales para la nidificación de los lúganos. Por ello, la SRCS planea ahora formar a guardabosques de las comunidades locales en prácticas tradicionales de quema prescrita en épocas del año de bajo riesgo, lo que debería disminuir la carga de combustible vegetal y evitar la probabilidad de que grandes incendios incontrolados destruyan franjas del hábitat de los lúganos en la estación seca. 

“[Ignacio] y su equipo son un excelente ejemplo de cómo asociarse eficazmente con las comunidades de base e inspirar pasión por la conservación y el uso sostenible de la fauna salvaje en los ecosistemas de bosques, sabanas y humedales”, declaró Hubert Boulet, coordinador del Programa SWM.  

Más allá de la emoción del reconocimiento internacional, para Ignacio, hay otras recompensas que se encuentran en las sabanas y selvas tropicales del sur de Rupununi: “Cuando oigo a este pájaro, me llega al corazón”. 

Foto: Marlon del Aguila Guerrero

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El Programa de Manejo Sostenible de la Vida Silvestre (SWM) es parte de una iniciativa de la Organización de los Estados de África, el Caribe y el Pacífico (OACPS), financiada por la Unión Europea con cofinanciación del Fondo Francés para el Medio Ambiente Mundial (FFEM) y la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD). Su ejecución corre a cargo de un dinámico consorcio de socios que incluye a CIFOR, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Wildlife Conservation Society y el Centro Francés de Investigación Agrícola y para el Desarrollo (CIRAD).

Para más información sobre el Programa SWM en Guyana, póngase en contacto con Nathalie van Vliet en nathalievanvliet@yahoo.com (en inglés y español).

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